Un día de Zombi en Alcorcón

 



Cuando un colega me propuso participar en un cortometraje de Zombis en Alcorcón pensé que me estaba vacilando. Además, ¿Cómo vamos a hacer un cortos sobre zombis? ¡¡Sí ni siquiera tenemos idea ni de actuar ni de maquillaje!!
Al final le dije que sí. ¿Porqué no? Me pregunté.  La idea era sencilla. Unos colegas de Alcorcón necesitaban gente como extra para hacer de zombis. Nos dijeron que no nos preocupáramos que ellos se encargaban del maquillaje, etc. No hacía falta saber mucho, porque la verdad el guión de un zombi no es muy complicado. Hasta a mí me pareció fácil.
Los chicos tan sólo querían hacer un cortometraje sobre zombis y probar a ver que salía. Sí salía bien quizás fueran con el cortometraje a algún festival o algo y sí no pues siempre es una experiencia más, siempre se aprende de algo. Ellos comenzaron a rodar el sábado 1 de octubre las primeras escenas. Parece ser que ese día los zombis salieron perfectos tras mucho tiempo de maquillaje y que algo del material quedó muy bien para el cortometraje. Así pues siguieron adelante con el cortometraje.
El siguiente día de rodaje se programó para el domingo 9 de octubre, a las 16 horas en el mítico pub de rock, Teveo de Alcorcón. Uno de los mejores garitos de metal de la zona sur y posiblemente el único con un camarero-maquillador-creador de zombis. Eso seguro.
Así que allí nos presentamos yo y mis dos amigos. La chica que venía con nosotros decidió no participar ni maquillarse y  se encargó de la importante labor de hacer las fotos que habéis podido ver tanto en mi perfil de facebook como en éste blog. Fotos muy buenas, se nota que ésta chica tiene mano para la fotografía.
Mi amigo y yo nos juntamos con otro montón de voluntarios que iban a transformarse en zombis tras el proceso de maquillaje, vestuario y preparación. Toda una grata experiencia, de verdad.
Tras el maquillaje, las tonterías típicas de comentarios y unas risas se intentó rodar la primera escena. Por fuera del bar teníamos todos los zombis  que perseguir al personaje que se intentaba escapar por una puerta trasera del bar. Era una escena sencilla. Sin diálogos y con unos pocos segundos de rodaje.
Pero las cosas no suelen ser lo que parecen. Era sencilla, vale. Pero para la mayoría de los que allí estábamos era la primera vez que hacíamos de zombis. Como era normal todos intentamos hacerlo en serio, pero faltaba que alguien dijera alguna broma o soltara un chascarrillo para que todos empezaron a reír o a hacer el bobo. El pobre director estaba acostumbrado y no puso ninguna pega. Es más se armó de paciencia para repetir la misma escena varias veces, ya que cuando no eran las risas resultaba que los zombis aceleraban como si fueran atletas de competición, lo cual no es viable para ser unos zombis como la mayoría de vosotros podéis imaginar.
Tras mucho esfuerzo conseguimos que un par de tomas fueran buenas así que tras las espontáneas celebraciones y alegrías nos preparamos para la siguiente toma. Gracias a un buen vecino del piso cuarto de enfrente del bar, se pudo grabar (repitiéndolo varias veces, claro) unas magníficas tomas aéreas de unos zombis desesperados por desayunar unos cerebros humanos. Pero claro los humanos se habían atrincherado dentro del bar y los zombis se encontraron con la cancela de la puerta puesta. Tras conseguir abrir la verja, los zombis intentaban entrar por la puerta cerrada. Eso se grabó en otra toma de cerca. 
Todo ello parece tarea fácil pero coordinar a unos quince zombis amateurs no es algo que se haga en poco tiempo. Hubo que interrumpir las grabaciones, repetir y a los zombis que en más de una ocasión cambiaron su sed de cerebros por una sed repentina de cerveza. Parecía como si quisieran entrar al bar a tomar la última. Cosa incomprensible porque los zombis no toman cerveza. ¿O éstos zombis chulos de Alcorcón si la toman?
Finalmente, tanto el director como los ayudantes y todos salimos contentos porque se pudo grabar algunas escenas válidas (eso sin contar con el montón de material de "making off" que se podrá meter en un futuro dvd como material extra, ¿no?)
Tras dar por concluida la sesión  de grabación, todos juntos hicimos una pequeño pic-nic en el interior del bar. Los zombis más infantiles disfrutaron junto a los más adultos de unas buenas tortillas, patatas, chorizo, minis de refresco y cerveza, un poco de metal y por supuesto una agradable conversación, donde hubo más risas que otras cosas, recordando el largo día de grabación.
Sí hay suerte, me invitan y puedo acudir; intentaré volver a convertirme en un zombi por un día en Alcorcón el próximo día en el que graben y necesiten a muchos extras para hacer de zombi. Es una grandísima experiencia, ayudas a gente que está empezando y no tiene recursos, te ríes mucho y te diviertes. Además luego te puedes tomar unas cervecillas en uno de los mejores garitos de Alcorcón convertido en Zombi. ¿Qué más quieres?

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