Entradas

Mostrando entradas de julio, 2012

Hasta el día 27 de julio los libros de Luis Celaá más baratos en Lulu.com

Imagen
  Publicar | Comprar         Tanto tú como tus lectores podéis conseguir descuentos accediendo a Lulu.com desde hoy hasta el viernes 27 de julio. Aprovecha esta oportunidad para promocionar tu libro o adquiere más copias para ti mismo. Lulu asume el coste de esta promoción, aunque solo por tiempo limitado, así que no desaproveches tu oportunidad de conseguir importantes ahorros. No tienes más que visitar Lulu.com para consultar tus ahorros. ¿Cómo funciona la promoción? Invita a tus lectores a visitar Lulu.com. En nuestra página de inicio, encontrarán el nombre de un cupón de descuento que pueden añadir a su carro de la compra. Esta promoción finaliza el viernes 27 de julio a las 23:59 h. Nos reservamos el derecho de modificar esta oferta en cualquier momento.  ¿Afecta esta promoción a mis ingresos de creador? ¡No! Nosotros corremos con todos los gastos. ¿Puedo utilizar esta promoción para comprar mi propio libro? Sí, esta promoción sirve para adquirir cualquier libr

Que hay detrás de tanto aplauso y de un “que se jodan” por Yeray Arencibia

Imagen
Fuente: Yeray Arencibia ¿Qué puede significar que la bancada del PP en el parlamento aplauda a rabiar unas medidas tan injustas y duras? Incluso para ellos, dicen, duras. Nos referimos a la jornada histórica que tuvo lugar en el Congreso la segunda semana de julio, cuando se aprobó otro de los paquetes de ajustes impuestos desde fuera y aplaudidos por nuestros gobernantes. Pues si lo comparamos con otros comportamientos en situaciones similares y en otros países, nos encontramos ante una peculiaridad española: La ministra italiana aprobaba recortes similares con amargura y entre lágrimas, los griegos e irlandeses lo hicieron con absoluta austeridad, nunca mejor dicho, y en ningún caso se jaleó y aplaudió al portavoz, y menos en el momento, de anunciar semejantes ¿atrocidades? Además, debemos añadir el comportamiento de Andrea Fabra profiriendo un “que se jodan”, cuando señalaban a los parados para recortarles las ayudas. Tiene desfachatez la diputada si piensa que nos

Ya basta de vuestra manipulación. Vosotros sí que sois terroristas y hacéis daño.

Imagen
Ya basta. Basta de vuestra manipulación a través de todos los medios posibles (Televisión, Internet, Prensa escrita y radio...) ¿Quién os habéis creído que somos? ¡¡Vosotros sí que sois terroristas, jodidos fascistas de la pluma y del micrófono!! Nosotros no hacemos daño a nadie, no somos anti-sistema sino que el sistema está en contra nuestra. Estamos harto de vuestras mentiras, de vuestras falsedades, de vuestras calumnias y de vuestros insultos. Os negáis a aceptar la evidencia. Por cuatro que tiren piedras de los nuestros, hay cientos de policías (que yo dudo de que sean humanos viendo la forma en la que actúan, dando golpes/porrazos por Lavapiés, Centro o donde sea a todo aquel que ha tenido la desgracia de cruzarse con ellos. Yo vi anoche como cargaban contra TODO lo que se movía, incluidos mujeres con niños, abuelos, manifestantes, gente que compraba por el centro (la policía si que ahuyenta al turismo y no los acampados o los manifestantes maldito periódico de la

El Madrid trabajador abrazó a sus hermanos mineros

Imagen
Ayer martes 10 de Julio acudí con verdaderas ganas a recibir a los mineros en Moncloa. Pocas veces me he sentido cómodo en las manifestaciones populares a las que he acudido a lo largo de mi vida. A pesar de que en algunos momentos de mi vida me haya tocado incluso organizarlas, no he podido evitar las más de las ocasiones una escisión entre mente y emociones que me impedía fundirme en los protocolarios coros de las masas, en los lemas gastados y viejos por demasiado ritualizados y repetitivos, por la autocontenida expresión de la protesta en esta larga transición desde un postfranquismo casposo a una democracia por decenas de años atada y bien atada. Esta vez no ha sido así. Ayer martes 10 de Julio acudí con verdaderas ganas a recibir a los mineros en Moncloa, no con el autoimpuesto esfuerzo de otros casos, movido por el imperativo moral de reclamar unos derechos o condenar una acción injusta, a sabiendas de que los límites de juego estaban marcados de antemano.