¿Qué es un esquirol papá?




Luisito volvió del colegio confundido. No entendía nada. Había oído hablar a su padre durante toda la semana, que sí iban a parar el país, que sí los comercios cerrarían ese jueves, que sí la gente se echaría a la calle, también le dijo que el transporte público pararía y que su colegio tendría que cerrar al no llevar los papás a sus hijos a clase.

Algo había salido mal. Quizás no lo había entendido bien o a lo mejor no era ese jueves el día que tanto esperaba su padre para protestar contra no sé que reforma injusta del trabajo (él no entendía muy bien qué era una reforma, pero sí su papá que siempre decía la verdad la veía mal debía estar mal....) Su papá no tuvo que hacer huelga porque le habían despedido la semana pasada de su trabajo. Después de toda la vida trabajando en el mismo sitio le habían puesto de "patitas en la calle y cobrando una miseria por año trabajado".. Según repetía su padre a quién quisiera escuchar su triste historia. Parece ser que la reforma esa rara de la que todos hablan le había afectado también a su padre y había sido despedido por la empresa alegando que no habían ganado tanto como esperaban...

Su madre quería llevarle al cole pese a su oposición y la de su padre, que quería que se uniera al cole. "Basta de tonterías, es un crío y tiene que aprender". Zanjó el tema su madre y le llevó ella misma al colegio y no su padre como la última semana había pasado . Menuda desilusión se había llevado Luisito ese día. El quería ver que era eso de la Huelga que no terminaba de comprender. Su madre le decía que "cosa de mayores" y punto pelota. ¡¡ Menuda ayuda!!.

En clase fueron casi todos los niños. Menos Kevin Carlos, Samantha, Zwelleger y Ramiro... Más tarde se enteró, y le dio mucha pena, de que no volvería a ver más a Kevin Carlos ni a Zwelleger. Eran sus mejores amigos. Bueno, Kevin era su mejor amigo y Zwelleger era su novia. O su medio novia, mejor dicho. Ahora que hablaban de cosas que les gustaban y de lo raro que eran los mayores, va y la quitan del colegio.

No entendía porque cambian a un niño de clase ni de colegio a mitad de curso. ¿No ven que el niño en el nuevo cole no se va a enterar de nada? ¡¡Qué raros son estos mayores!!. Unos días después Luisito se enteró de que los niños no podían volver a clase porque "habían deportado a sus padres a sus países ya que eran ilegales"... ¿Ilegales? ¿Como puede ser una persona ilegal? ¡¡Tampoco entendía eso y nadie se lo quería explicar!!

Ramiro no fue a clase porque sus padres eran sindicalistas. Qué no sabía lo que era eso pero debía de ser algo muy peligroso o muy malo, por como despotricaban los demás padres sobre ellos... "Sí, para un día que trabajan al año mira que no llevar al niño al cole" , "Claro, como a ellos el sindicato les paga el día si hacen huelga" o "Los sindicalistas ahora protestan porque sus sindicatos ahora no se llevan dinero, pues no son listos"... Eran las únicas respuestas, que no le convencían a Luisito, que obtuvo de profesores y padres cuando preguntó por Ramiro y sus papás... ¿Qué su sindicato tenía dinero? ¡¡Ahora sí que no entendía nada!!. Una tarde, al salir del colegio, su padre fue a recoger a Ramiro al colegio y le preguntaron que sí quería que le acercaran a su casa porque su padre estaban en el sindicato con la madre de Ramiro haciendo nosé que de una pancarta y mamá estaba muy ocupada en la peluquería. Qué le acababan de llamara al móvil. Luisito se fue con ellos sin problemas porque el papá de Ramiro y el suyo eran amigos de siempre "de los de verdad, de los que están ahí cuando les llaman y no te ponen excusas o te mandan un wassap para decir que no pueden quedar".

Aquel día se llevó una pequeña decepción con el sindicato. Era un local viejo, con la pared desconchada y los muebles parecía que los hubieran sacado de un vertedero o de un punto limpio de esos donde la gente tira los muebles que ya no valen. Había más padres, todos ellos parecían conocerse y debían llevar muchas horas allí haciendo "lucha sindical" porque tenían cara de estar muy cansados. Fueron muy amables con ellos y todos les saludaron efusivamente y les dieron caramelos. Jamás le habían dado un caramelo a Luisito por lo que ese día lo recuerda con mucho cariño...

Samantha era ecuatoriana. No había ido a clase no por esa huelga rara sino porque su padre había tenido un accidente el día anterior en el trabajo y le habían tenido que quitar un brazo... ¡¡Un brazo, pobre hombre!! ¿Como iba a comer ahora o como iba a abrocharse las zapatillas ? Tenía que ser algo muy difícil. Como el accidente había sido en un pueblo muy lejano de donde él vivía la madre se tuvo que llevar a la niña porque no tenía con quien dejarla. Su papá le había contado que el jefe del papá de Samantha había sido muy malo porque no "le había hecho contrato y encima, después del accidente, se había hecho el tonto diciendo que ese hombre no trabajaba para él"... ¿¿ Encima de que trabaja para él ahora no le dan ni un euro por su brazo "amputado"? ¡¡Qué raros son los mayores, nunca lo entendería!!

La clase se dio con normalidad menos en la última hora que el director, para hacerse el simpático, entró en su aula y les preguntó a los niños que sí sabían lo que eran la huelga. La mayoría de los chicos de su clase eran extranjeros y los pocos niños españoles que había dijeron tonterías como que "es la excusa que utilizan los que no quieren trabajar", "lo hacen los sindicatos porque como ya no les dan tanto dinero" o "los liberados que viven bien con nuestro sueldo lo hacen de vez en cuando para justificarse".... Luisito no entendía nada, o los papás de esos niños eran tontos o no se habían enterado de nada. Él no sabía porque decían esas cosas pero creía saber lo que era una huelga así que dijo en clase lo que su papá le había repetido tantas veces, " es un derecho de los trabajadores para protestar por algo que está haciendo mal el gobierno de turno y que afecta a todos los trabajadores tanto a los que la hacen como los que no"... El terminó de decir eso en clase y se llenó de orgullo. Seguro que el Director le ponía un positivo por decirlo bien. Pero no...

Los demás niños españoles se rieron de él por decir "esa tontería". Los niños extranjeros no entendía nada pero le defendían a él porque les gustaba lo que había dicho. El director zanjó el asunto diciendo que "antes la huelgas estaban bien porque había derechos que defender pero esta huelga se usa contra un legítimo gobierno que tan sólo lleva 100 días en el poder y no le dejan demostrar que la reforma está bien para crear empleo".. Ahora sí que Luisito y los niños extranjeros estaban hechos un lío... ¿Pero la reforma no era mala para todos los trabajadores? ¿no es la huelga un derecho? ¿y qué más da que un gobierno lleve sólo 100 días? ¿Si hace algo mal no se puede protestar hasta que lleve 890 o qué?

Al volver de clase se fijó que casi todos los sitios estaban abiertos, que había gente que iba a comprar cosas "adrede, no me hace falta pero para que suba el índice del consumo y la huelga esta de los rojos sean un fracaso" (eso dijo una señora muy mayor a un grupo de señores que aplaudió su comentario). Los bancos estaban abiertos, los bares llenos de gente...

No entendía nada. Estaba confundido. ¿Todos los que curraban son esquiroles o solo ese día de huelga? ¿Pero ser esquirol no era un insulto por qué ibas en contra de los tuyos y de tus derechos? ¿Y los que hacían la huelga rojos? Cuando su padre volviera de la manifestación le tenía que preguntar qué era eso de ser un esquirol. Le había oído decir al padre de Ramiro que los esquiroles eran "los insolidarios que no pensaban en los demás y que sólo pensaban en sí mismos, los que no querían ver que la huelga estaba bien hecha por protestar contra una reforma injusta que iba a facilitar el despido y que ponían excusas para ir a trabajar como que estaban en contra de los sindicatos o de los liberados o que no podían hacer huelga porque quitaban mucho dinero".... Lo del dinero tampoco lo entendía muy bien, porque el padre de Saray decía que "él tenía que pagar una hipóteca y que no podía dejar de ir a currar, que no tenía dinero". Pero Saray le dijo que tampoco lo entendía, pues sí no tenían dinero ¿Como es que se iban a Tenerife de vacaciones en Semana Santa? ¡¡Qué raros son estos mayores!! Dijeron Saray y Luisito a la vez.

Ya era muy tarde pero su papá no tardaría en volver, quería saber lo que era un esquirol. Seguro que el papá de Ramiro se había equivocado. No podía ser que hubiera tantos esquiroles insolidarios, ¿no?

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